Bueno, bueno, bueno… Tras varios meses con la idea de
empezarlo, hoy, al igual que nuestra aventura, comienza mi blog. Mi intención
es ir contando un poco nuestro día a día, como heladeras, y por supuesto, lo
que no es heladeras. Las cosas que nos
pasen, los viajes-excursiones-actividades que hagamos, anécdotas curiosas, y
trataré de subir la mayor cantidad de fotos posibles. A ver si llevo esto
verdaderamente a cabo y se queda para la posteridad.
Nos hemos despertado sin apenas dormir nada, y ya desde la
mañana hemos andado pérdidas: vamos a embarcar y nos viene un azafato a
meternos un poquito de prisa porque debían de estar todos esperándonos para
despegar. Entramos en el avión y ¡Qué horror! Yo no soy nada miedica a la hora
de volar, pero era un avión que casi producía claustrofobia, nada más que tres
asientos por fila, parecía de juguete.
Llegamos a Lisboa y lo primero que hemos hecho ha sido
encontrar un maravillosísimo sitio donde dormirnos un ratito, a todo esto achuchando
el bolso, maleta de mano y cámara. Desayuno, y ¡Vuelta al sueño!
Tras cinco horitas, por fin, embarcamos rumbo a NY.
Este avión mucho mejor, está claro que para 6000km no podía
ni parecerse al anterior. Las pantallitas eran geniales, tenían juegos, series
(¡hasta himym!), películas y mucho más... Me ha dado tiempo perfecto para verme
tres películas: “New years eve” (creo) con la que he llorado como una
magdalena, “Life as we know it” y “In time”. Nos han dado dos veces de comer (bueno
más bien comida y merienda) y yo emocionadísima,
cosa de la que me arrepiento completamente ahora, que tengo un mareo y unas
ganas de vomitar increíbles. Ademas, me recuerda a la comida del “jantoki” que
comieras lo que comieras al de 3 horitas siempre tenias el mismo sabor
asqueroso en la boca.
Salimos del avión y otras mil horas entre coger la maleta y
esperar a un bus que nos lleve a “La guardia” de donde saldremos mañana rumbo a
Myrtle Beach.
Por fin nos llaman y nos montan a nosotras dos solas en un minibús,
que costaba 32 dólares(vaya timo!), me he mareado y el chofer muy muy muy estúpido, nos contestaba con una palabra y
eso cuando se dignaba a contestarnos… Casi dos horitas de viaje en las que
hemos cruzado “Manhattan”, o eso nos decía
él que era, yo me decanto por Chinatown. Ademas de los 32 pavazos que nos
costaba, teníamos que darle un 25% de propina, cosa que no se merecía para
nada, y hemos tenido un pequeño debate Ibo y yo de si darle tanto o no. Al
final, nos ha hecho el favor de acercarnos al hotel, por lo que nos ha ahorrado
el tener que llamarlos para que nos vinieran a buscar y hemos decidido darle su
25%...
Por cierto, no sé como conducen aquí pero en la misma
autopista había una especie de pequeño arcén que separaba algunos carriles
entre sí, y todos los saltaban como si no estuvieran ahí. Evidentemente no le
hemos preguntado nada al chofer porque no estaba muy predispuesto a charlar.
Pues bueno, que ya estamos en el Hotel del Aeropuerto,
mañana a las 10 iremos hacia nuestra terminal y nos ponemos rumbo a Myrtle
Beach, donde estará Mathew (nuestro jefe) esperándonos para llevarnos a la
casa, ¡a ver qué tal!
PD: Ya sé que mucho “bla, bla, bla” y cero fotos, pero para
ver aeropuertos y nuestras caras sin haber dormido nada creo que es mejor no
ver nada ;)