Que bueno que viniste

Que bueno que viniste

lunes, 4 de junio de 2012

Vuelta al trabajo


Las naranjas que abundan en nuestra heladería son producto nacional, ¡De Valencia!

La mañana no es que haya sido muy productiva, la única alegría del domingo aquí es que no parece domingo, todas las tiendas están siempre abiertas. Aun así Ibone se ha pasado tooooda la mañana tomando el sol (e incluso la ha alargado una horita, ya que tenia que ir a trabajar a las cuatro y ha ido a las cinco. Le han dicho que como vuelva a hacerlo, la despiden. Bueno, no se lo han dicho a ella, me lo han dicho a mí). Yo he ido a dar un paseíto por la playa, esta muy bien, es muy larga, y no me refiero larga al estilo Benidorm, me refiero a larga, larga. He empezado a andar en una dirección y no veía el final, lo mismo hacia el otro lado. Me a hecho gracia ver a varias familias jugando a la petanca.


Ibo se ha ido a trabajar y yo me he quedado solita en casa, por lo que no me ha quedado mas remedio que ponerme al día con “myhyv”.

Yo entraba a trabajar a las siete, me he preparado y me he puesto en camino. De camino he hecho una paradita en “Wallgreens”, por fin he conseguido los maravillosos pintauñas que me compre en Wi hace 4 añitos. Sí, ese que Marta Yarritu Molla “Mollarri” me rompió.


Hoy el trabajo ha sido duro, pero ya estoy cogiéndole practica, me estoy volviendo una crack de dar muestras, poner helados y sobre todo manejar la maquina registradora.

He empezado a hacer buenas migas con Olga ya que nos ha limpiado los uniformes. Además, he tenido que esperarle a Ibone con ella, y me ha estado contando que ya se ha echado un noviete mexicano. Es una chica rápida, muy rápida, como Fernando Alonso. Mete cuarta y no hay marcha atrás. Olga Alonsa.

Cenamos lo de siempre porque no tenemos nada más. Mañana hay que hacer la compra sí o sí.


Volvemos a casa y me pongo a hacer amigos. Sergei y yo tenemos una discusión monumental. Vamos, que me dice que el está super enamorado de su novia pero que no tiene otro remedio que enrollarse con otras este verano porque es una necesidad, que sino se pone gordo. Pero claro, ella no puede. Y el no puede solucionárselo a sí mismo. Creo que ya ha recapacitado porque me ha venido a pedir disculpas.

Por último, ya a la una  media de la madrugada, estando yo agitadísima de tanto trabajo Sergei me pide el móvil para entrar a internet y Olga el ordenador. Una hora me han tenido los pedigüeños estos despierta usando los cacharritos estos, hasta que por fin me he podido ir a la cama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.